El ciudadano K. tiene la misma paciencia de Jah: habla, lee, escribe y alaba la poesía en todas sus formas, porque la emergencia de la belleza es constante y su corazón está a punto de desfallecer: "lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres", profiere K. mirando los rojos ponientes de Culpina K, un pueblito creado por el artista plástico Gastón Ugalde en el desierto de Potosí.
martes, octubre 17, 2006
Un guiño a Marcelo
Bolivia
- En algún lugar del olvido aguarda la memoria y es difícil evadirla. Algunos bolivianos están acostumbrados a evadir la historia a través de la amnesia de la conveniencia, pero de pronto alguien resucita y su voz se eleva en medio de la gente. Marcelo Quiroga Santa Cruz seguirá viviendo gracias a nuestro comunicador en tinta José Luis Exeni R. Este el tono de su protesta que manará siempre...
K.
FadoCracia
Otra vez Marcelo. Han transcurrido más de 26 años desde aquellos siniestros días de julio de 1980 y hoy, en democracia, siguen existiendo desaparecidos, que no enterrados, “buscándose/buscándonos”. ¿A quién se le ocurre –sostienen con cinismo los ingenieros constitucionales– seguir reclamando viejos huesos, digamos cenizas, cuando tenemos ante nosotros relucientes cuerpos normativos? Los muertos, después de todo, no votan. Y los desaparecidos no caben, ni como sombrita, en las instituciones políticas. ¿Pero es posible construir democracia, cambiarla, cuando aún tenemos entre nosotros a ciudadanos privados del elemental derecho de enterrar a sus muertos? Hay aquí una asignatura pendiente, compatriotas, que no admite transacción ni regateo. ¿”Dónde guarda uno lo que le duele”? Dicen que lo que extingue la vida, como un fueguito, más que la muerte, es el olvido. Gracias Teatro de los Andes, gracias César, gracias Mía, por ayudarnos a recordar, con tanta pasión, que “el olvido está lleno de memoria”.
José Luis Exeni R.
Muchas gracias, Kminante, por su generoso posteo de la FadoCracia. La batalla contra el olvido es irrenunciable. Van un abrazo, dos vinos, tres presagios.
ResponderBorrarYo en cambio me quedo con ambas reflexiones: las de las damas y las del caballero sexeni.
ResponderBorrarHe dicho.
K.
Gloria a Marcelo Quiroga Santa Cruz.
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