tag:blogger.com,1999:blog-29255884.post3931215131159330259..comments2023-10-30T12:15:46.779-04:00Comments on K.: Wiethüchter se refugia en “Casa de luciérnagas”K.http://www.blogger.com/profile/16852319002839840159noreply@blogger.comBlogger1125tag:blogger.com,1999:blog-29255884.post-1885565202759390572007-03-24T16:19:00.000-04:002007-03-24T16:19:00.000-04:00Blanca, luciérnaga boliviana* Decía el poeta guate...Blanca, luciérnaga boliviana<BR/><BR/><BR/>* Decía el poeta guatemalteco Otto Raúl González que<BR/>“la poesía es una concentración de luciérnagas capaz<BR/>de iluminar el mundo”. El ecuatoriano Mario Campaña ha<BR/>editado en España “Casa de luciérnagas. Antología de<BR/>poetas hispanoamericanas de hoy”, editorial Bruguera.<BR/>Entre las 34 poetas seleccionadas, una poeta de las<BR/>nuestras, la paceña Blanca Wiethuchter. Reproducimos<BR/>sus poemas elegidos*.<BR/><BR/>Ricardo Bajo (LA ERA, semanario www.la-epoca.com)<BR/><BR/>Se ha anunciado como la primera gran antología de<BR/>poetas latinoamericanas contemporáneas (nacidas<BR/>después de 1945). Las sucesoras de Gabriela Mistral y<BR/>Alejandra Pizarnik. Se presentó el pasado 8 de marzo<BR/>en Barcelona. Y está en las librerias españolas desde<BR/>el pasado febrero. Hasta aquí nada verdaderamente<BR/>noticioso para un lector o lectora boliviano. <BR/>La agradable sorpresa saltó cuando entre las 34 poetas<BR/>elegidas por el antologista ecuatoriano Mario Campaña<BR/>está la paceña Blanca Wiethuchter, siempre en nuestro<BR/>recuerdo.<BR/>El mérito es doble pues esta vez la antología que se<BR/>llama “Casa de luciérnagas” no se ha regido como es<BR/>habitual por criterios geográficos (meter a como dé<BR/>lugar a poetas de todos nuestros países) sino por una<BR/>cuestión meramente de calidad poética. <BR/>Blanca está representada con ocho poemas (otras poetas<BR/>tienen más y otras menos), correspondientes a cuatro<BR/>de sus poemarios: “Asistir al tiempo”, (1975) “Madera<BR/>viva y árbol difunto”, (1982) “En los negros labios<BR/>encantados” (1992) y “El rigor de la llama” (1994). <BR/>Campaña, poeta e investigador literario, dedicó ocho<BR/>años para realizar esta antología, cuyo origen se<BR/>encuentra en su trabajo “Mujeres poetas en la<BR/>revolución poética latinoamericana” publicado en la<BR/>revista de poesía de Guayaquil, “Guaraguao”.<BR/>El antologista eligió primero medio millar de poetas<BR/>tomando como referencia la compilación “Trilogía de<BR/>las mujeres en Hispanoamérica: pícaras, místicas y<BR/>rebeldes” (volumen III) de Maricruz Patiño, Leticia<BR/>Luna y Aurora Saavedra.<BR/>Campaña asegura en el prólogo de la antología (que se<BR/>vende a 19 euros, 190 bolivianos) que “no he apelado a<BR/>ningún criterio de representación ni nacional ni<BR/>generacional ni estético ni en volumen ni difusión de<BR/>obra. Mi ambición ha sido atenerme a la obra más<BR/>madura, aquella en la que el arte ha prevalecido hasta<BR/>tal punto de alcanzar la mayor exploración y<BR/>potenciación de una materia dada, articulando una<BR/>cadena de significantes que en su conjunto da cuerpo a<BR/>una voz singular y autónoma para hacerse escuchar por<BR/>sí misma, liberada del peso excesivo de otras voces,<BR/>las de la tradición, las convenciones, los topos y los<BR/>tropos de la época, la dinámica de la lengua común y<BR/>la literaria, el canon de las obras prestigiosas”.<BR/>Precisamente Campaña considera necesario y vital<BR/>reivindicar la obra de Blanca Wiethucter y las de las<BR/>otras 33 poetas, olvidadas por el peso de las poetas<BR/>de su generación anterior, las Alejandra Pizarnik,<BR/>Olga Orozco, Marosa Di Giorgio, Fina García Marruz o<BR/>Ida Vitale, que tuvieron que superar también la<BR/>alargada sombra de Gabriela Mistral y las Alfonsina<BR/>Storni, Juana de Ibarburu o Delmira Agustini.<BR/>El investigador ecuatoriano incluye a Blanca dentro de<BR/>un grupo donde están poetas como las argentinas Irene<BR/>Gruss y Ana Becciú, las venezolanas María Auxiliadora<BR/>Alvarez y Hanni Ossott, la guatemalteca Isabel de los<BR/>Angeles Ruano, la chilena Verónica Zondek, y las<BR/>mexicanas Elsa Cross, Jeannette Clariond y Pura López<BR/>Colomé. La poesía de este grupo se caracteriza, según<BR/>Campaña, “por un ascetismo en el lenguaje, una aguda<BR/>capacidad autocrítica, una búsqueda de una sabiduría<BR/>de lo temporal y una cierta mística del cuerpo, aunque<BR/>el erotismo no es ahora el camino”. Sellos que<BR/>conducen a Blanca y sus compañeras “a situarse con una<BR/>lengua nueva a la misma altura que sus predecesoras,<BR/>(las citadas Pizarnik, Orozco, Vitale…) con la misma<BR/>vastedad de miras pero con una conciencia más intensa<BR/>de las encrucijadas en que habita, una aguda<BR/>conciencia de la conflictiva espiritualidad de su<BR/>tiempo.<BR/>Campaña cree que la grandeza de la obra de Blanca y el<BR/>resto de poetas se debe también a un mayor<BR/>acercamiento al mundo social e histórico que vino<BR/>aparejado a un intento de fundamentar lo estético en<BR/>lo ético; y a la exploración en la morfología y<BR/>genealogía del lenguaje.<BR/>El poeta quien cree que la poesía no tiene género,<BR/>concluye taxativamente: “En la literatura<BR/>contemporánea en lengua castellana no conozco nada más<BR/>esencial y por tanto más perentorio que la poesía que<BR/>escriben las mujeres en Hispanomérica. Una de las<BR/>determinaciones de esta poesía es la del alma, pues<BR/>estas poetas evocan, convocan, crean la memoria del<BR/>alma o el alma de la memoria, negándose a aceptar la<BR/>terrible conclusión de Artaud, el alma no ha sido más<BR/>que un viejo refrán”.<BR/>Campaña es un convencido que si la obra de estas<BR/>mujeres no ha sido suficientemente valorada ha sido<BR/>por esa vieja ostentación masculina del poder sobre lo<BR/>que se publica y se critica, lo que se recuerda y lo<BR/>que se olvida.<BR/>Contra esas trasnochada jerarquías de esa cultura del<BR/>poder se levanta iluminandolo todo esta antología<BR/>necesaria donde brilla la obra de Wiethuchter, la<BR/>nunca olvidada Blanca. Sirvan los poemas reproducidos<BR/>en dicha antología para leerla de nuevo.<BR/><BR/><BR/>===================================================<BR/><BR/>RECUADRO UNO<BR/><BR/>34 poetas y dos bloques<BR/><BR/>Mario Campaña percibe dos tipos de poesía en nuestro<BR/>continente, el bloque del Cono Sur con Argentina,<BR/>Uruguay y Chile y el bloque del peso de la tradición<BR/>andina, azteca y maya con México, Centroamérica,<BR/>Bolivia, Perú y Ecuador. <BR/>El primer bloque se caracteriza por una influencia de<BR/>la cultura literaria europea y el segundo, por la<BR/>indagación y el pensar en aquel mundo interior.<BR/>La selección de Campaña es la siguiente: <BR/>Argentina: Diana Bellessi, Ana Becciú, Irene Gruss,<BR/>Mirta Rosenberg, Susana Villalba. <BR/>Bolivia: Blanca Wiethüchter.<BR/>Chile: Elvira Hernández, Verónica Zondek, Lila<BR/>Calderón, Marina Arrate. <BR/>Colombia: María Mercedes Carranza, Piedad Bonnett.<BR/>Cuba: Lina de Feria, Reina María Rodríguez, Wendy<BR/>Guerra. <BR/>Ecuador: Sonia Manzano, María Fernanda Espinosa.<BR/>Guatemala: Isabel de los Ángeles Ruano. <BR/>México: Gloria Gervitz, Elsa Cross, Jeannette L.<BR/>Clariond, Coral Bracho, Pura López Colomé, Carmen<BR/>Boullosa, Tedi López Mills. <BR/>Perú: Carmen Ollé, Magdalena Chocano. <BR/>Uruguay: Cristina Peri Rossi, Tatiana Oroño, Cristina<BR/>Carneiro, Silvia Guerra. <BR/>Venezuela: Hanni Ossot, Yolanda Pantin, María<BR/>Auxiliadora Álvarez.<BR/><BR/><BR/><BR/><BR/>***********************<BR/><BR/>RECUADRO DOS<BR/><BR/>Título: Un ramillete de flores<BR/><BR/>Américo Ferrari *<BR/><BR/>“Casa de luciérnagas” de Mario Campaña constituye sin<BR/>duda alguna una de las mejores antologías de poesía en<BR/>lengua castellana que nos haya sido dado a leer, con<BR/>una particularidad: los poemas son de poetas<BR/>contemporáneas; y resulta impresionante confrontarse<BR/>con toda esta riqueza lìrica aportada a la lengua<BR/>castellana y a la historia de la poesía por las poetas<BR/>de nuestra América, desde México al norte hasta<BR/>Argentina, al sur: todo un mundo.<BR/>Las poetas, antes poetisas, después mujeres poetas y<BR/>ahora, felizmente, poetas a secas, están clasificadas<BR/>por la fecha de nacimiento, lo que es normal. No hay<BR/>preeminencias nacionales en poesía, gracias a Dios, y<BR/>al fin y al cabo lo que cuenta es el valor de cada<BR/>obra poética nacida de un poeta aunque éste sea<BR/>anónimo.<BR/>Todas las poetas presentes en “Casa de luciérnagas”<BR/>son realmente importantes y el mejor homenaje que el<BR/>poeta Mario Campaña podía rendirles es presentarlas al<BR/>lector en esta antología. Antología o “ramillete de<BR/>flores”, que es el sentido de la palabra griega. Las<BR/>flores que nacen una tras otra en el jardín de la<BR/>poesía.<BR/><BR/>* Ferrari es crítico literario.<BR/><BR/>==========================S<BR/><BR/>RECUADRO TRES<BR/>LOS POEMAS QUE TE HE MANDADO ANTES<BR/>TE LOS COPIO POR SI ACA<BR/><BR/>RECUADROS DE POEMAS<BR/><BR/>TITULO:<BR/>BLANCA EN "CASA DE LUCIERNAGAS"<BR/><BR/>En la antología “Casa de luciérnagas” se recogen estos<BR/>seis poemas acá reproducidos amén de dos largos más de<BR/>la poeta paceña, “El destello” y “El desasosiego”,<BR/>ambos del poemario “El rigor de la llama” (ediciones<BR/>Centro Patiño, Santa Cruz, 1994)<BR/><BR/>UNO<BR/>“Evocación”<BR/><BR/>Al atardecer, en esta ciudad<BR/>-en el café de la universidad-<BR/>estábamos los dos, los tres, los cinco…<BR/>húmedos de luz,<BR/>y detenidos en la corriente<BR/>de una respuesta instantánea.<BR/>Y éramos cálidos<BR/>En la intimidad del humo,<BR/>Ciegos en la noche intocada, <BR/>Para descubrir un día<BR/>El esplendor y la desdicha<BR/>De un paisaje ávido,<BR/>que entraba por la ventana.<BR/>Llegó un nombre<BR/>Llegó un canto y ardió el hombre<BR/>para entregarnos<BR/>el latido de una fiera obstinación<BR/>(Para el Che Guevara)<BR/><BR/>De “Asistir al tiempo”<BR/><BR/>DOS<BR/><BR/>“Esa vez, esa vez eran muchos”<BR/>Los muertos<BR/>Eran muchos. Sin saber de todos.<BR/>Uno, qué bestia se tiró contra el tanque<BR/>con las piedras contra el tanque con la rabia<BR/>contra el tanque con el cielo contra el tanque<BR/>con el odio –qué animal- contra el tanque<BR/>lo acribillaron en el acto contra el tanque<BR/>en el acto la muerte en un acto, uno solo.<BR/><BR/>Una rana he cogido<BR/>María de la mar<BR/>del lago he cogido<BR/>una rana para ti.<BR/>En la balsa de oro<BR/>he salido María<BR/>para surgir una rana<BR/>María para ti.<BR/>Con caña de plata<BR/>he salido María<BR/>para coger el lago<BR/>una rana para ti<BR/><BR/>Eso fue en noviembre –lo sabes<BR/>el día de los muertos<BR/>o el día de los santos<BR/>no me acuerdo muy bien<BR/>sabes –con todos los muertos.<BR/>Sí, hubo muchos muertos<BR/>en la fiesta del pan<BR/>y lloraban las barricadas<BR/>la fiesta allárriba<BR/>por esos muñecos de pan.<BR/>Porque siempre hay muchos muertos<BR/>que se entierran entre las piedras<BR/>y los pocos de los amigos<BR/>los muchos de los amigos y los otros<BR/>que se quedan que se habitan<BR/>dulcemente brindando<BR/>por las sombras entre dos<BR/>por los muertos que se quedan<BR/>amargamente para el brindis<BR/>para hablar de todo –sabes<BR/>de la madera viva y el árbol difunto<BR/>para recordar –sabes<BR/>y detrás de ti<BR/>doliéndote en cada hueso<BR/>tu imposible<BR/>y es soportar y es no hacer nada<BR/>y nada por hacer inolvidable nada <BR/>y de nada sirve nada<BR/>y piensas –sabes, todos los días<BR/>remojando tu alma impar en las razones.<BR/><BR/>De “Madera viva y árbol difunto”.<BR/><BR/>TRES<BR/><BR/><BR/>“Aquí estoy, pienso y no vuelo.”<BR/>Miro la ciudad –mi ciudad<BR/>y en ella me veo<BR/>y veo a otros como yo<BR/>miran los cerros<BR/>para olvidar la tristeza<BR/>que causa no ser jinete<BR/>de estas altas montañas<BR/>para mirar la noche<BR/>con alas, con azul,<BR/>con un nuevo lenguaje<BR/>que aprenda a decir<BR/>perfumada, a la luz del alba.<BR/><BR/>De “En los negros labios encantados”.<BR/><BR/>CUATRO<BR/><BR/><BR/>“Aprendemos a caminar<BR/>Con Ángel, con muerte<BR/>rigurosamente con júbilo,<BR/>al comprender que el alma<BR/>tan sòlo nace cerca del fuego,<BR/>al comprender que el resplandor<BR/>del arco del cielo aflora<BR/>todas las noches –y sin tristeza<BR/>con sueños, con llaves<BR/>y melancólicas sentencias…<BR/>Al comprender que el amor<BR/>es nuestra alianza<BR/>la más perfecta.<BR/><BR/>De “Entre los negros labios encantados”.<BR/><BR/><BR/>CINCO<BR/><BR/>“Muda te contempla la piedra.<BR/>Muda tú la miras.<BR/>¿Cómo vivir sin ese encanto<BR/>que canta el mundo?<BR/><BR/>De “Entre los negros labios encantados”.<BR/><BR/>SEIS<BR/><BR/>“Quiero nombrar otra vez”<BR/>Según lo ayer aprendido<BR/>el encuentro del amor en la espesura,<BR/>el canto.<BR/>Todo parece tornar a un principio dorado<BR/>-lo dices secretamente-<BR/>sabes que las transformaciones <BR/>provienen de aquella señal en el cielo<BR/>que te hizo ver el otro aire de la luz<BR/>-el esplendor de un cuerpo de fuego<BR/> -dices-<BR/> que amas.<BR/>Las palabras van a tu encuentro<BR/>sin decir que son palabras<BR/> y son efímeros<BR/>planetas<BR/>Ahora que te sabes entre los surcos<BR/> -impaciente.<BR/>Ellas ignoran lo que deshacen<BR/>y también lo que hacen<BR/>cuando se trata de pronunciar otra vez<BR/>un cielo, una espada, un ángel;<BR/>aquel ángel que te guarda<BR/>y guardará a todos<BR/>de la grave inmensidad de los silencios.<BR/><BR/>De “Entre los negros labios encantados”.el jefe de todo estohttps://www.blogger.com/profile/00920829549637508304noreply@blogger.com