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miércoles, febrero 25, 2009

Ese “poema fundamental” llamado Pez de Piedra, dice Gary Daher C.


Un detalle de la tapa del libro "Pez de Piedra", de Paura Rodríguez Leytón.

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- Gary Daher Canedo, escritor, poeta y ensayista beniano, nos muestra la aventura de leer un poemario de Paura Rodríguez Leytón.

- Esta lectura fue enviada en exclusiva al blog K. por la poeta que vive en Chuquisaca.

- La autora —una escritora, docente y periodista boliviana con varios reconocimientos en su haber— ha publicado Del árbol y la arcilla azul azul (Argentina, 1989), Ritos de Viaje (2002) y Pez de Piedra (La Paz, Plural, 2007).

Leer es un acto subjetivo, subjetividad que se pronuncia mucho más cuando esa lectura es una lectura de poesía. Se trata de penetrar en el mundo del poeta a través de la escritura, pero este ingreso no tiene más llave que aquella que traemos en la alforja, y cuyas muescas y códigos están hechos del bagaje de nuestras experiencias y lecturas anteriores. Leer, pues, es una aventura en la que el mundo del otro emerge en volúmenes y sombras debido al lenguaje y que luego se pinta con la luz de nuestros colores. Este paisaje emergente será entonces uno osado y nuevo, porque no es precisamente el que fue creado por el escritor, quien hace la propuesta, germinando diferente, enriquecedor y fértil para el lector, a pesar de que éste ha puesto mucho de sí para recrearlo, y eso precisamente es el que lo hace incorporarlo a su cultura, a su ya transformada subjetividad, gracias al texto.

De esta manera es como enfrentamos Pez de Piedra.

El libro se presenta en tamaño media cuartilla, y trae en la tapa la sugestiva imagen de una laguna o arroyo. El agua está cubierta de hojas que flotan sobre su superficie, hojas plateadas, y por sus variadas formas suponen procedentes de árboles de diferentes especies; bajo la superficie, y a nuestro alcance, flota un pez de apariencia antediluviana, el pez tiene colores dorados, a pesar que la cola se hace plateada en armonía con los colores del conjunto. Diremos, además, que la imagen del agua se pierde, y va más allá del libro. Esta portada no es casual y sí se convierte en visión referencial de la lectura, como sugiriendo que los poemas parten de las experiencias de la poeta, en meditación delante de los estanques, de los arroyos, de las lagunas, en fin, delante del agua, y los diversos elementos que la componen en su múltiple escritura.
Pez de piedra está compuesto de poemas sin título, y que los encontramos distribuidos en tres partes.

En la primera parte, o Pez de Piedra Uno, como titula se plantean las preguntas del trabajo poético, preguntas que no se formulan sino como un asombro, como el descubrimiento de lo oculto. Este presentimiento, esta revelación, se produce gracias al afuera. En él se presiente el entresijo del alma, que tiene que ser esencial (los huesos), y el lector se sorprende con un diálogo interior, pues la poeta le habla a la voz poética, mientras su cuerpo se estremece ante ese misterio, que se insinúa gracias a los pequeños detalles, la tarde, el té, la piedra, el agua, los geranios.

En este diálogo interior, descubrimos dos voces, el narrador poético, y el alma poética a quién se le habla. Es decir ocurre un desdoblamiento en dos personas el yo y el tú, revelados en el siguiente fragmento:

“me digo a mí misma estas cosas
que no son siempre las mismas
y son casi siempre el agua.”

Y ese tú es uno que no hace parte de las alegrías básicas y femeninas: “No podré verte esta tarde / cuando transcurra mi sombra entre flores que aman / los niños”. Se diría más bien que el estado es neutral “No hay tristeza ni alegría: / hay un estar extraño que hace conmigo / lo que las migas de pan / cuando estoy lejos de casa.”

Para que el lector tenga cartografía en este universo, diremos que la casa es el punto de referencia, mientras que la voz (es decir, la voz poética, la voz que dice los poemas desde el interior de la poeta) es a la que se le habla, y la que se aleja cuando se está lejos de los huesos, es decir, de lo esencial.

“Sé que estos huesos
Me serán ajenos de pronto
Y me son ajenos ya,
Ahora,
Cuando estoy más lejos de mi voz.”

En la segunda parte, o Pez de Piedra Dos, hace su aparición la conciencia del cuerpo, pero que va más allá de lo femenino, porque se habla de la herida hermética, impenetrable. “En algún rincón de mi cuerpo / hay una herida hermética, / un dolor que se manifiesta como invierno”.

El cuerpo se descubre material: “Mi cuerpo es de madera, / de mental, / de piedra, / de harapos.” A partir de este nuevo elemento, agregado al primero, al afuera, se desarrolla el misterio planteado inicialmente, y se ahonda adentro de la reflexión poética. Hay una inquietud por descifrar las letanías, los secretos que emergen como un anuncio que llega pero que no puede develarse, situación que produce miedo. “No puedo destejer esta lentitud: / mi frente apoyada, / mi mano ausente. / Es el miedo.”

La poeta descubre que si bien el misterio se ha provocado por el afuera, es el cuerpo quien guarda el misterio: “Cierro los ojos / y transito cada tramo de mi cuerpo, / palpando / una infinita oscuridad / que me ahoga.”

Ese desdoblamiento del Pez de Piedra Uno, no puede realizarse sin poesía. “Deseo poesía para mis dedos / para lavarme los pies. / Para desvestirme de mí / y hablarme de lejos.”

La búsqueda de su alma puede ser confundida, mal interpretada por el mundo exterior “Mientras yo te buscaba, / confundieron / nuestros ritos / con las flores dormidas.”

Pues ese espacio se prefiere en un contexto ajeno a la identidad mundana, se procura algo diferente al nombre propio, donde existe un divorcio entre la esencia y el nombre: “Me llamo por mi nombre / y mi nombre pregunta por mí. / Prefiero una lluvia diferente.”

Sin embargo, esta búsqueda poética requiere de ritos y los ritos llenan el poemario, pero son lo que son: poesía: “Para besar las piedras me preparé un siglo. / No hubo lágrimas, / ni risas, / ni palabras.”
Así, desbautizado, el ser poético está perdido en el lenguaje, y se pregunta: “¿Cómo sabré reconocer mi fuego / en medio de tanto murmullo?”, para responderse inmediatamente:

“Vendrán los otros / a jugar con nuestros signos”

Apostando por aquellos que realizan el acto de leer: nosotros, los lectores, y así ocurra el reconocimiento, que se pide vaya más allá del nombre, es decir, que llegue al alma, al misterio que en estos versos se insinúa.

Como hemos visto, el desnudarse del ser poético va más allá de la identidad o de su nombre, pero, a último momento de Pez de Piedra Dos, ese desnudarse se ve afectado por el pasado, pues “Hay días en los que soy un reflejo de agua. / Me descubro atrapando un papel, / rebuscando en la tierra un recuerdo extraviado.”

Trasladada por ese acto de memorias desde el agua a la tierra, buscar en la tierra será entonces salir del estado poético, ingresar en lo material, en lo térreo.

Dejando al lector en la duda de si el caminar, el morir de la identidad, exige también la muerte de la memoria.

En la tercera parte, Pez de piedra Tres, la poeta da el salto para el que nos estuvo preparando, el salto a la meditación profunda, ya sin el ropaje del nombre, ni del cuerpo, ni del pasado: el estado de la meditación por causa del silencio:

“Este es un intento de caer al fondo de la soledad más / pura: / el de no hablar.”

Cuando el ser poético deja de hablar. Observa. Así los días se hacen impecables. “Los días son como un pañuelo bien planchado donde las moscas no se atreven.”

A partir de allí “Hablas sin repetir los miedos,”. Y hay un retorno a la simpleza, el fin del viaje es el comienzo del viaje, enriquecido; un Ítaca recuperada después de la guerra y la experiencia de la andanza.

En este nuevo espacio, la cotidianidad doméstica ha sustituido la necesidad de la erudición. “Es aquel olor a libros. / (a polvo de antes) / el que ya no está, / el que ha desaparecido para siempre.” Y no solamente el ritual cotidiano y doméstico, sino de patios, “Amo los geranios. / las piedras, / la luz temprana que guarda silencios.”

Finalmente, me atreveré a señalar que este libro, no es otra cosa que el desarrollo de un poema fundamental que viaje y regresa constantemente, poema que aparece como colofón del libro:

¿Qué será de estos huesos que ignoro,
que no veo,
que son como mi alma?

¿Qué será del alma que ignoro,
que no veo,
que es como mis huesos?

¿Acaso habrá una forma de llegar al agua,
de romper los muros sin estruendo?

Huye la palabra como un pájaro asustado,
desaparece,
como desaparecen sus huesecillos misteriosos.



miércoles, mayo 14, 2008

Gary Daher fue invitado al V Festival Mundial de Poesía en Venezuela


Otra de las pasiones del poeta y escritor Gary Daher Canedo es la Internet, desde donde activa la lectura de poemas y narraciones deslumbrantes propias.

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- Asistirán 38 poetas provenientes de 30 países, entre ellos Bolivia, y más 200 poetas venezolanos.

1. El poeta, activista literario y bloguero beniano Gary Daher Canedo (1956) fue invitado al V Festival Mundial de Poesía en Venezuela, el cual tendrá lugar del 18 al 25 de mayo en distintos puntos del país suramericano.

2. La información fue adelantada al blog K. por el propio poeta que radica en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, quien aseguró que desde el 17 al 28 de mayo se ausentará a Venezuela para asistir al V Festival Mundial de Poesía en Venezuela.

3. Según TeleSUR TV, el festival llevará este año como lema: "Sin tregua, como las nubes", y se realizará en homenaje al poeta venezolano Gustavo Pereira, nacido en la isla de Margarita (oriente).

4. El ministro de Cultura de Venezuela, Francisco Sesto, informó que para el evento asistirán al país suramericano 38 poetas provenientes de 30 países, más 200 poetas nacionales.

5. De acuerdo a la nota de TeleSUR TV, América del Sur contará con la presencia de los poetas Daniel Freidemberg y Leopoldo "Teuco" Castilla (Argentina); Gary Daher (Bolivia); Floriano Martins y Vicente Franz Cecim (Brasil); Raúl Zurita y José María Memet (Chile); Gabriel Jaime Franco, Gonzalo Márquez Cristo, Juan Manuel Roca y Amparo Osorio (Colombia); Edwin Madrid (Ecuador); Susy Delgado (Paraguay) e Hildebrando Pérez Grande (Perú).

6. Otra de las noticias que enfatiza el poeta beniano es la segunda edición de su poema Cantos desde un campo de mieses, que esta vez será publicada por El Perro y la Rana, editorial venezolana, donde saldrán impresos 3000 ejemplares.

7. Gary Daher Canedo, quien ha sido calificado por Ramón Rocha Monroy como “poeta de resonancias bíblicas y sugestivo novelista kafkiano”, ha producido una importante obra poética: Poemas y Silencios (1992), Los Templos (1993), Desde el Otro Lado del Oscuro Espejo (1995), Errores compatidos (1995) y Oruga Interior (2006).

8. Y tres trabajos en prosa: Tamil (1994), El olor de las llaves (1999) y El huésped (2004).

K.



lunes, mayo 21, 2007

Una invitación a la guerra


Un nuevo libro de poesía siempre refrescará los ojos cansados del guerrero de tanto pelear con el desierto.



- El reciente poemario “Territorios de Guerra” será lanzado en la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz.

1. El día sábado, 26 de mayo de 2007, a horas 20:30, en el salón Hernando Sanabria Fernández, de la 8va. Feria Internacional del Libro en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra en el Campo Ferial Expocruz, se presentará el libro de poemas Territorios de Guerra de Gary Daher Canedo, recientemente publicado por la Editorial Gente Común.

2. Daher Canedo nos entrega en “Territorios de guerra” un mundo poético donde se mezcla lo místico y lo trivial, dice una nota en su sitio.

3. “Una cita, una invitación a recorrer un camino ascendente y descendente a la vez, que aún siendo propio, no puede ser transitado sin la vital presencia de una mujer”, anota en la contratapa del libro de Daher Canedo el poeta chileno Ariel Pérez Rosas, quien estará a cargo de la presentación.

K.


El escritor beniano da a conocer sus obras a través de Internet.

Camino a Samarcanda


Por Gary Daher Canedo

Soy el ángel gris que aparece en tus sueños
el mago negro
con el casco en la espalda
como un caracol cuya baba
es la única huella de su camino a Samarcanda

esto sucede cuando duermes
y yo insisto en jugar juegos de guerra
en la máquina inmoral de aqueste siglo

y luego si despiertas
busco el centro de tu talle
la perfecta crucifixión que hace tu ombligo
y bebo sin parar de aquel veneno
de tus pechos -cielo de serpientes-
que muero por poseer
entre el avispero
de tu boca
y la curva celestial de tu áfrica dorada

pero ninguna pesadilla ya te causa pavor
ni te intimida

mi cuerpo
libre del hueso que lo cubría
como la oruga expuesta
no tiene futuro de mariposa
y morirá
-no lo quiera el buda-
secándose en la hoja de la mora
derramándose en saliva
muy lejos de la seda.

sábado, agosto 12, 2006

Tamil, el erotismo perfecto





“-Te atrapé- me dice, sorpresiva, dibujando su carita de infanta detrás del follaje de las mandarinas.

Y yo, que la necesito tanto, la abrazo como para matarla revolcados entre la hierba de la noche que desde arriba nos abarca.”

(Encuentro. Tamil, Gente Común, 2006)


1. “Este no es un poema, tampoco es una prosa, ni un telegrama, ni nada que se asemeje. Me temo que vaya a conformarse con ser una tira más o menos corta de frases sueltas y carentes”, registra Gary Daher Canedo en Tamil (La Paz, 2006), el séptimo libro de poesías y quizás el poemario más afectuoso y sensitivo que haya escrito hasta el momento, porque trata de la adolescencia y el deseo.

2. La cita me hace recordar, nada más que para contrastar, un cuarteto de Franz Tamayo que leí en plena época de vacas flacas: “¿Qué es verdad? Se interroga tu tormento. / Si el hombre calla pues pregunta al viento;/ si el viento calla, lo sabrá la tumba. / ¡Por mí, no digo la verdad ni miento!”

3. ¿Qué hace que el autor de Tamil diga que su lenguaje no es un poema, tampoco es una prosa? O ¿qué mueve al autor de Nuevos Rubaiyat (La Paz, 1927) a escribir que no dice la verdad ni miente? La creación poética puede provocar esa doble negación en el poeta porque en esencia lo motiva la libertad humana o el libre albedrío.

4. Nadie más que Daher Canedo para constituir esta libertad verbal que se conjuga afectuosamente en Tamil, libro del adolescente poeta que humedece por todas partes la palabra (su palabra) como la solución al desasosiego erótico o como cauce por donde la paradoja de la sensibilidad sexual, propia de esta edad, deja de ser una realidad apremiante o meramente represora.

5. Pero ante toda mordaza ética, Tamil es una bellísima apertura al deseo que no es verso ni prosa, sino una doble negación como único acto poético que libera a la adolescencia de sus limitaciones mentales y religiosas. Como Tamayo, el autor de Tamil hubiera dicho: “No hay adolescente moralista como hay adolescente poeta.”

6. Por ese motivo, Tamil es un acto de fe en la palabra que implica una afirmación de la libertad sexual. La imagen íntima y poderosa en Tamil no es el dominio de la ética aristotélica, sino la soberanía del deseo en el adolescente: “Manipulo los genitales: hay erección. Me esfuerzo por conseguir el placer pero aún no tengo semen”, anota Daher Canedo.

6. Pero en Tamil hay algo más seductor que se produce desde afuera, porque son los hechos casuales y la seducción femenina los que originan la experiencia sensual y, por qué no, la experiencia poética: “ay, te apareces para poseerme, lujuriosa poesía, con tus enormes piernas de piedra mostrándome brillante tu mágico agujero”, dice Daher Canedo.

7. Tamil es el libro más erótico que se ha escrito en Bolivia y más voluptuoso que la Antología del cuento erótico boliviano (Alfaguara, La Paz, 2001), por las sugerencias y guiños que deja su autor en cada anotación, cada observación o cada descripción de una experiencia meramente sentimental o meramente sensual, que ha quedado liberado ya no en el pasado, sino en el presente de la palabra poética: un poema de la soberanía pulsional como exigía Georges Bataille.

K.

Sitio oficial del autor:

www.garydaher.com

Blog del autor:
http://sedyherida.blogspot.com

Editorial Gente Común:
Teléfono: 2214274 – 2214493
E-mail: gentecomun@correo.nu

viernes, agosto 04, 2006

Árbol K.

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