“La galaxia no es otra cosa que congregados de innumerables estrellas distribuidas en cúmulos.” Galileo Galilei (Siderius Nuncius, 1610).
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- Es muy difícil saber cómo es realmente la Vía Láctea. De hecho, en el cielo apenas vemos parte de su perfil. Y la razón es tan simple como inevitable: vivimos hundidos dentro de ella, inmersos en sus profundidades.
1. Hace cuatro siglos, Galileo perforó el cielo con su primer telescopio y descubrió que esa franja inmensa y fantasmal que se desparramaba de horizonte a horizonte era un mar de estrellas apretujadas, sólo interrumpido por grandes manchones brillantes o decididamente oscuros.
2. La Vía Láctea, aquel mítico camino de leche derramada del pecho de Hera, la esposa de Zeus, empezaba a revelar su poderosa identidad.
3. De la mano de nuevos instrumentos y nuevas técnicas, los herederos de Galileo siguieron sus pasos y se lanzaron de cabeza a la titánica faena de trazar el complejo perfil de nuestra galaxia. Su tamaño, su forma, su estructura, su masa y hasta la posición de nuestro Sistema Solar, irremediablemente perdido en ese remolino de cientos de miles de millones de estrellas.
Panorámica de la Vía Láctea desde el Mauna Kea, 19 de Febrero de 2009. Amplie la imagen y contemplará la magnificiencia de la Vía Láctea.
4. “Durante los últimos años, los astrónomos han afinado el lápiz. Y gracias a una serie de flamantes descubrimientos y mediciones muy precisas, hoy podemos celebrar el Año Internacional de la Astronomía con una Vía Láctea más grande, más elegante, más compleja y más asombrosa. Toda una nueva galaxia”, dice Mariano Ribas en Futuro.
K.
El móvil fotográfico pertenece al blog Danheller.
La iluminación siguiente pertenece a Observatorio Imagen Astronómica del Día.
Vía Láctea
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