El ciudadano K. tiene la misma paciencia de Jah: habla, lee, escribe y alaba la poesía en todas sus formas, porque la emergencia de la belleza es constante y su corazón está a punto de desfallecer: "lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres", profiere K. mirando los rojos ponientes de Culpina K, un pueblito creado por el artista plástico Gastón Ugalde en el desierto de Potosí.
martes, diciembre 23, 2008
yaqha layqa phichhitanka
Violeta Parra. Fotografía Fundación Violeta Parra.
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- El poema está suscrito por Andrés Ajens y circula en la Red, en algunos blog, desde hace tres semanas atrás.
- El blog K. la exhibe tras dicho periplo y estadía en Letras.s5
- No hace falta explicar el poema ni a quién está dedicado.
- "Tres hurras por el poema marca Ajens", dice el ciudadano K., cara de marraqueta.
yaqha layqa phichhitanka
violeta parra manuscribió en bolivia
gracias a la vida – el sesenta y seis
pa marcar territorio, pa que ninguna
changuita le levantara al gringo favre
y en las multitudes al hombre que yo amo
y la voz tan tierna de mi bienamado
y la casa tuya, tu calle, tu patio
cuando miro el fondo de tus ojos claros
violeta parra escribió en la peña nayra
gracias a la vida – el sesenta y seis
y de la paz se trajo el revólver tigre
que arrasó con todo a las seis de la tarde
¿cómo volver de la paz y no arrasar?
¿cómo no volver a chuqiyapu marka?
¿cómo no domar al tigre ni marcar
territorios y vivir para cantarla?
¿el canto de ustedes, layqa phichhitanka,
que es el mismo canto? kunats larch’ukista
¿y el canto de todos, mä lurawix tu-
putaw, que es mi propio canto, sasaw si?
pa ir ya traduciendo, pa ir ya recalando
la breva: atesta un zampoñero de marca
en la carpa de la reina en los sesenta
que cuando alguien la llamaba respondía:
mar para bolivia, [h]ay sí, violeta parra.
gracias a la vida, layqa phichhitanka;
layqa phichhitanka kunats larch’ukista. (*)
(*) Layqa phichhitanka, popular composición aymara, cuya traducción completa, con el nombre de Pájara hechicera, por Zacarías Alavi Mamani y el suscrito, puede leerse en la revista Mar con Soroche nº 5, Santiago / La Paz, febrero del 2008. Layqa, voz aymara que remite a quien “layquea” (verbo layqaña): quien lee sueños, señas y prodigios, y a la vez “hechiza”; phichhitanka, en tanto, nombra un ave andina (Zonotrichia capensis; pico gris corto y fuerte; ojo café; cabeza gris con líneas negras; collar canela, espalda marrón con líneas negras, pecho y garganta grises; fácil de reconocer por el copete manchado de marrón en la cabeza). Así, Yaqha layqa phichhitanka pudiera darse entonces por ‘Otra pájara hechicera’, y layqa phichhitanka kunats larch’ukista, ‘a qué me cautivas, pájara hechicera’. En cuanto a Mä lurawix tuputaw, frase que está al inicio de El entrevero (Cuarto Propio/Plural editores, Santiago / La Paz, 2008), se da como traslación de L’action réstreinte (La acción acotada), de Stéphane Mallarmé. A. A.
Violeta Parra
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2 comentarios:
la cautivación de la pájara otra
celebro, desta
la hechicera
sin domador
ni territorio
Cl
Muy buen texto, Citizen k!
Sigue adelante y feliz ano nuevo!
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