Las fábulas de Emma Villazón

Este es el libro más autonómico y más inteligente que se ha creado en tierras de Santa Cruz. Pura poesía que abre la mente y libera al ser humano.

poesia

- Debajo va el texto íntegro de una lectura elaborada en miniatura por Juan Carlos Ramiro Quiroga sobre el reciente libro de la joven poeta cruceña.

- El poemario fue presentado el domingo 3 de junio en el VIII Feria Internacional del Libro de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

K.


Las fábulas del lenguaje

Por Juan Carlos Ramiro Quiroga

1. Fabúlas de una caída (2007) de Emma Villazón Richter, 24 años, es el libro de poesía más importante que se ha escrito en 2007 en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

2. Meramente intuía ese alcance poético cuando cayó en mis manos uno de los cuadernos inéditos de la joven poeta a poco de participar en el encuentro de pintores, artistas teatrales y poetas que se realizó del 21 al 24 de abril de 2006 en el marco de la campaña de lectura “Muchos mundos otras historias”, organizado por el Centro Simón I. Patiño Santa Cruz.

3. Fervor y alucinación acompañó la primera lectura de dicho cuaderno, porque creía encontrar una suerte de lenguaje conciencial y coloquial que no se practicó ni se practica en la poesía escrita por autores cruceños. Y no me equivoqué.

4. Razones hay para situar el lenguaje de este libro en la línea sentimental de sensatez que lo situara alguna vez el estructuralista Roland Barthes: la obra literaria crea una vida propia que es el lenguaje mismo.

5. En efecto, Fábulas de una caída es precisamente eso: una caída en el lenguaje. Es decir, un desprendimiento de la joven autora en lo que apuntala mayor madurez y solidez verbal: la poesía.

6. De ahí que Emma Villazón juegue o se entremete más con la metonimia que con la metáfora: eso de que “una chica se ha vuelto seria” no es un decir más, sino el decir mismo del lenguaje.

7. La única verdad del lenguaje de Fábulas de una caída es que es memoria consolidada. “What memory desires” no es un poema más sino la imagen completa de verdad encontrada por Emma Villazón de sí misma.