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martes, enero 29, 2008

La poesía "es una señora que dicta”, dice Gelman


"Corrijo poco. Supongo que es un defecto. Cuando el poema no está, lo tiro. Siento que corregir mucho para un escritor es como traicionar el momento de escribirlo", sostiene el poeta argentino dejando en perfecto que eso de corregir es una vaina.

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- El próximo mes de febrero se publicará en España su último libro, Mundar (Visor), que recoge poemas escritos entre 2005 y 2007.

1. “Escribir en sí mismo es un acto que no tiene nada que ver con el dolor. No creo que el dolor sea una fuente de poesía, me refiero en la expresión. Es como el amor, desde Safo a la fecha se han escrito millones de poemas sobre el amor”, asegura Juan Gelman en reciente entrevista con Babelia de El País.com, a propósito del lanzamiento de su próximo libro.

2. La poesía no es una cuestión de voluntad. (…) Lo que viene es impensado, no es algo que uno se propone escribir. Es la señora que viene y dicta. A veces uno no la escucha bien, otras veces dicta mal, pero bueno, ja, ja, ja. Cuando viene hay que recibirla muy bien, con mucha atención”, agrega.

3. El premio Cervantes 2007 vive trasterrado en México y escribe impulsado por la obsesión y la necesidad de expresarse. Sus versos de los tres últimos años los ha reunido en Mundar.

4. El poeta sigue escribiendo, impulsado por "la obsesión y la necesidad de expresarse". "Qué le voy a hacer. A estas alturas de la vida, escribir me parece más vicio que vocación", dice Gelman.

5. Gelman escribe una columna todas las semanas en los diarios Página 12 y Milenio.

6. Además de reportajes, críticas, reseñas y lecturas sobre Gelman, el suplemento Babelia ofrece un par de inéditos que el blog K. copia algunos debajo.

K.


Piojos

Si el ritmo de un poema

trae vino y mece

las sombras y mamá,

quitame los piojos que traje de la escuela,

papá,

no saques tu cinturón contra mí:

eso que sopla en una esquina

es mi querer de vos, es un

niño en la calle

sin comprender. ¿Qué haces ahí

envuelto en odios

que nunca pude resolver?

¿Qué castigabas cuando me

castigabas?

No te pregunto, me pregunto.

Ya sé que es tarde para todo, menos

este saber de vos que no se sabe.

Te quisiera a mi lado

en el silencio que me diste

y calla como un buey.



¿Qué se sabe?

Del poema, nada. Llega, tiembla

y raspa un fósforo apagado.

¿Se le ve algo? Nada. Tiende una

mano para aferrar

las olitas de tiempo que pasan

por la voz de un jilguero. ¿Qué

agarró? Nada. La

ave se fue a lo no sonado

en un cuarto que gira sin

recordación ni espérames.

Hay muchos nombres en la lluvia.

¿Qué sabe el poema? Nada.



1 comentario:

David dijo...

Gelman es mi poeta favorito. Me encanta leer sus publicaciones porque me parecen excelentes. Trato que cuando vuelvo para los domicilios cali después de un dia duro en el trabajo, leer diferentes poesías