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lunes, agosto 18, 2008

Pekín y no Beijing


Reporteros sin fronteras están contra las prohibiciones y restricciones impuestas a los periodistas en China. Este el logotipo que circula más allá de la aprobación o no de esta campaña. Sirve para mostrar cómo debe escribirse en español el nombre de la capital de China que es Pekín.

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-No sólo el blog K., sino innumerables cadenas de noticias del exterior en español (entre ellas la televisión estatal de China, Deutsche Welle, CNN) han propagado al infinito un error ortográfico que acaso será imposible de revertir.

- Juan Puig, de Letras Libres, ha escrito una nota admirable que llama a corregir los yerros de los comunicadores en el momento de informar sobre lo que sucede en los Juegos Olímpicos de China.

- Este post fue posible gracias al interés ilustrado de nuestro Franchesco Diaz Mariscal, quien envío este texto la anterior semana y recientemente el ciudadano K. lo da a conocer a sus blogueros(as) amigos(as), porque más vale tarde que nunca.

K.


JJ.OO: Pekín y no Beijing

por Juan Puig, Letras libres

La capital de Inglaterra es Londres, no London. La de Rusia es Moscú, no Moskvá. La de Baviera es Múnich, no München. Y la antigua capital de Carlomagno era –y existe– Aquisgrán, no Aachen ni Aix-la-Chapelle. La capital de China, en español, es Pekín, aunque en chino mandarín –transliterado allá al alfabeto latino– sea Beijing (“capital del norte”, que se pronuncia aproximadamente “peiying”).

Cuando el nombre de una ciudad (y de cualquier cosa) tiene un modo de decirse en español, digámoslo en español. En la transliteración de Beijing, la be no es la nuestra, ni la jota, ni desde luego las vocales: esa palabra no está en nuestra lengua. El nombre de Pekín, en cambio, ha existido en español por siglos. Las Academias de la Lengua Española y la Real Academia Española publicaron en 1999 una Ortografía de la lengua española donde todas esas instituciones estuvieron de acuerdo, entre ellas la Academia Mexicana. Este manual ofrece dos listas ejemplares de toponímicos en español, y allí figura precisamente Pekín.

Las agencias noticiosas internacionales, cuando la matanza de la Plaza Tiananmén (4-VII-1989), pusieron de moda llamar Beijing a Pekín, y muchos creyeron que el Estado chino había cambiado oficialmente el nombre de su capital –como sí hizo en 1928, cuando la bautizó Peiping (??, “paz del norte”; en otros tiempos se llamó también Tatú, Chongtú, Kanbalik, Suntién...). ¿Qué tal que pidiéramos a los hermanos chinos que en sus textos escribieran la palabra “México”, no con el ideograma –y metáfora– tradicional que para ella acuñaron hace buen tiempo? (“Mò”, “pincel”), sino tal como nosotros la usamos, con letras romanas y acento? ¿Y que los nombres coreanos hubieran de escribirse al modo coreano? ¿Y los árabes a lo árabe? Con esa extraviada conducta dejaríamos de entender los mapas...

Si en nuestra lengua la be suena a be y la jota a jota, y las vocales a lo que sabemos, la capital de China, con todo respeto, en español es Pekín. Por lo que nuestras letras dan y por lo que entrañan los siglos».

La iluminación pertenece a Flickr.



1 comentario:

utópico dijo...

estimado K, en realidad no obedece a caprichos esto de Beijing, lo que pasa es que en los años 70, se cambio la forma de traducir el chino al alfabeto romano, hoy en dia, ya no se dice Mao Tse Tung, sino Mao Zedong, porque es asi como suena en chino.

del mismo modo, Beijing aparecio porque en ingles, la capital se pronuncia PeiChing, y no Pekin. En realidad, la forma PeiChing es la adecuada, y es la que la RAE deberia adoptar e imponer para el uso oficial.

Antes de los 70, era comun ver cosas como Chou Enlai, hoy se dice Zhou Enlai, son cosas simples, y la verdad le sugiero a los que hicieron el articulo a que primero averiguen por que los cambios.

Y no me opongo a que se le cambie el nombre a las cosas, si es que el nombre que adoptamos es foneticamente correcto. Londres, deberia ser London, simplemente porque ese es su nombre.

Si alguien se llama Antonio, se llama Antonio en todos los idiomas, no Anthony, ni Antonello, ni cosas parecidas.

Claro ejemplo el de Iran, que solia llamarse Persia, hasta que ellos mandaron una carta en los 70's a todas sus embajadas y consulados, exigiendo que se llamase a su pais, como en realidad se llama.

un abrazo!