Mascotas en línea

Al gatito "se lo puede encontrar en varias direcciones, pero no tiene hogar fijo, aunque algunos sitios lo han adoptado, siempre aclarando que no les pertenece".

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- Cuatro mascotas virtuales (un lindo gatito negro, un conejo de peluche, un oso rosado y un hombre sentado en el vacío) fueron cazadas en la Web por la agudeza periodística de Mariana Enriquez y exhibidas en una nota en Radar de Página 12.com.ar

El precioso Maukie

1. La primera de ellas es Maukie, un gato negro, con pecho blanco y ojos verdes, que ocupa toda la pantalla. Y se deja acariciar, y respira, y juega un poco, pero hay que saber cómo llamarle la atención (porque es perezoso, como todo gato).

2. “Ronronea si se le masajea la panza con el mouse; maúlla con caricias entre los ojos y sobre los bigotes, y la cola se le hace un ovillo cuando se la toca demasiado. Mueve los ojos todo el tiempo buscando el mouse; cada inclinación de su cabecita exige unos muy tontos ‘awww’, explica Enriquez.

3. Pero –según advierte la periodista- el precioso Maukie no sirve para nada; sólo se deja tocar, juega y acompaña alguna trasnoche solitaria. “Especial para quienes carecen de mascotas vivas, o para quienes no pueden resistirse a tremenda ternura virtual”, enfatiza.

4. Como muchas mascotas de Internet, no se sabe quién creó a Maukie ni para qué; y se ignora por qué el autor lo dejó suelto desinteresadamente, o más bien por qué lo abandonó.

¡Si Fred vive, si Fred muere!

5. ¡Abstenerse cardíacos y una práctica para futuros cirujanos! La mascota Fred, un conejo de peluche, se muere en pantalla como las estrellas de Hollywood. Y todo porque con sólo clickear “accidental y curiosamente” sobre su panza gris-celeste recibe una descarga eléctrica que le provoca un paro cardíaco.


"No es tan fácil (darle vida), porque los cables son esquivos, y hay que saber ubicar el mouse para que Fred reciba la electricidad salvadora."

6. Para salvarlo, sólo se cuenta con un desesperante minuto. Primero, hay que darle tres descargas con cables pelados, sobre el corazón. Una vez que el corazón vuelve a latir, quedan segundos para afeitarle el pecho y la panza, abrirlo con un escalpelo, correr de lugar sus intestinos e introducir bajo los pulmones y sobre el corazón una cápsula de 10 miligramos de algo que se ofrece sobre una bandeja de metal.

7. “Si Fred vive, suena música angélica y el conejo, ahora amarillo y con las orejas enhiestas y enredadas, parece feliz. Si se muere, da mucha pero muchísima culpa. Salvar a Fred exige atención y velocidad”, anticipa Enriquez.

8. Los creadores de esta mascota-experiencia bastante morbosa son un equipo de diseñadores de animación Web holandeses que trabajaron para Coca-Cola y Nokia, entre otros, pero Fred no publicita nada. “Sólo está allí para morir y resucitar una y otra vez”, agrega.

Una bestia asesina

9. La tercera mascota descubierta es Gloomy Bear, un oso rosado de más de dos metros de altura y su dueño Pity, un sumiso niño rubio. Ambos diseños, ubicados en el sitio de Mori Chack, están dentro de la vertiente y tradición de los cómic y las mangas del Japón: violencia que engendra violencia.


"En la animación más catártica jamás vista, Gloomy amenaza con su zarpa ensangrentada al pobre Pity, a quien tiene atrapado bajo su peso."

10. En efecto, Gloomy tiene cara de oso amoroso, pero –cuidado- es una bestia asesina. “En la animación más catártica jamás vista, Gloomy amenaza con su zarpa ensangrentada al pobre Pity, a quien tiene atrapado bajo su peso. Basta hacer clic repetidas veces (…) para que Gloomy destroce la cara de su dueño en una secuencia sin fin, con emocionantes ruiditos de golpiza: intensidad a gusto del usuario”, dice Enriquez.

11. Pero hay más sorpresas que ésa en el sitio de Chack —que es muy famoso en su país, sobre todo por haberse alejado radicalmente de las mascotas empalagosas como Hello Kitty—; “en numerosas animaciones sencillas (en formato .gif) que se pueden bajar gratuitamente, Gloomy se come a su dueño, lo aplasta dejándose caer sobre él —impresionante el charco de sangre—, lo revolea en círculos, le muerde el cuello, le come la cara y demás atrocidades”.

Un sobrio caballero

12. La cuarta mascota descubierta por la periodista argentina no es por cierto otro animalito, sino “un pobre hombre de mediana edad, Spin, sentado en el aire, vestido con un sobrio traje negro”, quien gira y gira y no se le mueve un pelo. Y puede estar así por siempre.


"Con un clic, el hombre se sienta sobre una pelota que a su vez gira sobre un cubo. Con otro, su cabeza se transforma en la pelota, se infla y se desinfla..."

13. Para que cambie esa situación de desamparo virtual, el internauta debe clickear sobre el hombre que da vueltas en la pantalla. Y entonces aparecen las sorpresas, lisérgicas, surrealistas, pero por lo general en blanco y negro, con toques de rojo y violeta.

14. ¡La animación —en flash— se llama Spin, y surgió de la cantera de los veteranos de la Web AlbinoBlacksheep; es verdaderamente hipnótica y bastante sádica: no enumeramos aquí todo el resto de las maneras de volver loco al sobrio caballero, pero son variadas, tremendas y duran bastante tiempo como para entretenerse. Eso sí, no son infinitas”, finaliza.

K.