El ciudadano K. tiene la misma paciencia de Jah: habla, lee, escribe y alaba la poesía en todas sus formas, porque la emergencia de la belleza es constante y su corazón está a punto de desfallecer: "lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres", profiere K. mirando los rojos ponientes de Culpina K, un pueblito creado por el artista plástico Gastón Ugalde en el desierto de Potosí.
domingo, abril 29, 2007
Yerba Mala para rato
Un domingo o un jueves cualquiera. El equipo de Yerba Mala se encamina a la feria 16 de julio, al qhatu al lado de doña Pascuala.
- Ya van 15 títulos de poesía, cuento y ensayo.
- El circuito abarca Argentina, Bolivia, Chile, Perú, México y…
- Cada cartón vale Bs 5 ó su equivalente en moneda corriente y sonante de cada país.
1. La ciudad de El Alto ingresa de cabeza en el nuevo circuito de literatura “sin fines de lucro”. En su tercera entrega, el lanzamiento de cuatro obras de Yerba Mala Cartonera fue en vivo y en directo (Marco Montellano y Nicolás G. Recoaro) y también fue virtual porque dos autores estuvieron ausentes (Banesa Morales y Washington Cucurto).
2. Yerba Mala Cartonera, un colectivo comunitario fundado en 2006, edita libros con nuevas propuestas estéticas. “Las tapas de los libros son de cartón y realizadas por adolescentes recicladores y, como organización sin fines de lucro, provee libros para que nadie se prive de ellos.”
3. Aparte de la lluvia y los enormes copos de nieve, la invención de los traguitos Hugo Viscarra, y la clausura en boca de jarro con el poderoso Conjunto Señorial Explosión “Rumy Marka”, la noche del viernes 27 de abril en el Teatro de Cámara de la Alcaldía Quemada Ceja de El Alto tuvo o fue un gesto poético imperecedero.
4. El alteño Erick Cutida estampó una aproximación a la obra poética de la cruceña Banesa Morales y dijo que esta obrilla era una ofrenda por la palabra. “La propuesta de Banesa es fresca y elocuente”, suspiró y se fue entre los aplausos detrás de las tablas mientras una tal Nayra leyó algunos fragmentos de Memorias de una samaritana.
5. La ausencia de Washington Cucurto, natural de Quilmas, Argentina, fue una de esos toques virtuales “virtuosos” a los cuales nos hemos acostumbrado los bolivianos. Su ausencia era un adjetivo para hacerlo más vivo e importante. Gabriel Llanos lo trajo a la realidad de las glorificaciones para alegría de los presentes que empezaban a calentarse recientemente de la empapada sufrida al ingreso en el Teatro de Cámara.
6. “Es una revolución para Argentina todo lo que se plantea en Washington, porque la de Cucurto es una literatura hecha desde las tripas: (…) describe ese Buenos Aires de los sin patria y de la gente común”, sostuvo su solo con la fuerza necesaria de un chelista de liquidación.
En el más grande qhatu de Bolivia: los libros de Yerba Mala se venden como los trapitos viejos o los cachivaches para gil y mil en el piso de tierra y polvo de la Feria 16 de Julio.
7. Leonardo Spinetti, un ajeno a la literatura pero gueno para la cámara filmadora y los flashes, leyó parte de la acreditada obra de Mi ticki cumbiantera donde Cucurto se raja como infiel y como bígamo, y hace maromas chiki-chiki contra el feminismo que transversaliza todos los discursos políticos, sociales y literarios del orbe.
8. Le tocó el turno a Marco Montellano y el poeta Humberto Quino Márquez, como buen mensajero del mal y en texto corto, anticipó que Narciso tiene tos es un libro de cartón que llegará a la gente para demostrar que la poesía es de ese hombre de a pie.
9. “La literatura no es un oficio para cobardes. Un poeta es un peligro público y no alguien para recoger dulces”, dijo Marco Montellano y agregó sal y pimienta en la lectura de su poema preciso pero de larga vida.
10. Otro gran ausente fue Nicolás G. Recoaro. Pero la gauchita Nayra de la Zerda lo sustrajo de su ostracismo y lo colocó en medio del escenario para que se ahogara/reviviera entre las olas silentes de Ah/Oh de los presentes.
11. “El movimiento (Yerba Mala Cartonera) es interesante por el trabajo manual, porque hace tiempo que el poeta es un orfebre”, masculló y se atoró en una palabreja para arrobo del público.
12. “Me siento interpelada por este libro (se refería a 27. 182. 414), porque yo también soy un número…”, gritó Nayra en silencio su apego total a este tipo de literatura que pega duro y deja el ojo en tinta.
K.
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1 comentario:
Que alegria saber que Yerba Mala sigue andando. 15 libros es harto, se les quiere muchachos...
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